A los 40 días de la resurrección de Cristo, y rodeado de sus discípulos en el monte de los olivos en Betania, les dio las últimas instrucciones, Id por todo el mundo predicar y bautizar a los creyente y alzando las manos los bendijo, para después elevarse y desaparecer entre las nubes sentándose a la derecha de Dios padre todopoderoso.